sábado, 16 de octubre de 2010

CAPITULO VII "reuniones"

Desde que había llegado a la Abadía no había parado de hacer cosas. La boda, presentaciones a los demas vecinos por parte del Señor de Acebedo, había sido intensa. Pero lo que me gustaba era conocer a todos los miembros del Castillo. Entrevistarme con ellos. Conocerlos.. y así de paso saber como son.
recuerdo que una mañana fría estaban todos en el Salón del Trono. Murmullos de incertidumbre ante mi presencia. Qué les diría, como empezar... mmm, eso me recordaba a mi primera confesión. Esto no iba a ser en privado. Todos escuchariamos lo de todos. Así me lo propuse. Ser una piña. Que todos sepamos lo de todos, el unirse para lo bueno y para lo malo. Sin rencores ni picadillas que hacen que un eslabón falle, y se rompa la cadena.

El Señor de Acebedo me dejó su lugar para que me sentara, él estaría a mi izquierda. Recuerdo... que su señora a su lado,... y tres personajes más estaban formando un tribunal... llamemosle así... o mejor dicho... la junta de gobierno.

Todos ellos fueron presentados correctamente. Eso sí... hablamos de lo que suponía estar allí y a lo que se dedicaban cada uno de ellos. Todos alrededor de la mesa charlamos hasta muy tarde. Así fue como me daba cuenta de los detalles de cada uno. Sus gestos, forma de expresarse, sus ganas de hablar, sus inquietudes, sus miedos. Me iba dando cuenta que cada uno es diferente pero con algo en común. Disfrutar de la vida como el que mas.

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