martes, 28 de septiembre de 2010

CAPITULO V " compromisos "

Después de la presentación nos fuimos a un lugar donde se reunen los Caballeros y Damas del Duero para disfrutar de sus cosas. El sitio era acogedor,...fuego en el interior para calentar el lugar. Todo aquello era muy confortable. Dispusieron de unas grandes mesas para disfrutar del yantar y asi conversar todos de las tareas y del viaje que tuve desde León.
La fiesta que se montó fue muy amena, ya que poco a poco entre risas y comentarios de los habitantes de la abadía iba siendo muy fluida. El zumo de cebada corría por doquier, y patas de cordero eran los manjares estrella, luego los embutidos y las perdices escabechadas complementaban las viandas. Unos postres exquisitos eran el colofón a una jornada llena de sorpresas. Una para mi por el buen recibimiento que tuve, y otra por la llegada de un obispo a esta abadía.
Mientras que estábamos en los postres. Alguien se me acercó y me comentó que tenía una hija a quien casar pero como el clérigo había fallecido, se comprometió a no casarse si no era allí en la abadía. con su párroco.

-Ningún problema, por mi parte. Mañana mismo se hacen los desposorios y asi ya puedo inaugurar mi tarea en estas tierras. Le dije.
-Presénteme a su hija... luego y ya ponemos la hora.

La chica era joven, y muy dulce, sus rasgos la delataban. Culta, y de buena  familia, según me decían. La entrevisté y confesé para que su alma fuera limpia de pecado.
-La boda se realizará en la iglesia de la villa al medio dia. Así tendremos tiempo para preparar alguna cosa que necesitemos. 
La boda fue todo un exito. Una comitiva como nunca se había visto en la región. Todo fue una fiesta,... nobles villanos , escuderos, clérigos, y alguno mas se diron cita para que la boda fuera lo mejor que se haya visto. aunque he de decir que se hizo con rigor y auteridad. 
Los novios brindaron con todo el mundo. La guardia de Caballeros del Duero hicieron los honores de acompañar este evento tan peculiar....pero como todo
momento hay alguien que enturvia el ambiente.
No acababan de dar las diez cuando unos "herejes" invocaban al diablo con extraños bailes y oraciones ... acompañados de gritos oscenos y dirigidos por una malvada mujer pecadora.

Este acto, me pilló de sorpresa, ya que no me imaginaba que tal trance pudiese ocurrir tan solo en un dia desde mi llegada. Este lugar me iba a dar mas  trabajo que otros por ahí.

En resumen que tuve que salir de la boda y dirigirme con la guardia que se me había prestado para mis servicios a capturar y sentenciar esto. Me costó y he de decir que mas de dos dias me llevó el recuperarme de mi trance por tanta lucha con el diablo. Esa mujer ardió. de eso estoy seguro. A partir de entonces ... mis ojos se convirtieron en vigilantes y cautelosos.

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